viernes, 7 de agosto de 2015

Tu piedra preferida

 ¿Se te ha roto el reloj de tanto esperar?

 ¿Cuántos jueves han pasado ya?

 ¿Cuántas veces has querido volver atrás
y convencer a tu "yo" del pasado
de que aquella conversación no fue tan bonita,
de que lo de aquella noche no era magia?
Simplemente comenzó a llover y sus ojos eran mucho mejores que tus paraguas.

 Ahora.

 Después de descubrir su mirada,
¿cómo vas a negar ahora que la esperanza es verde?

 ...ahora
que has saltado de la cama sin saber dónde acaban los sueños
ni por qué cada mañana te caes por el hueco que los separa de la realidad.

 ...ahora
que en tu ansia por enseñarle tu mundo,
se ha acabado llevando tantas notas
que tu música ya nunca suena igual.

 ...ahora
que odias hasta los regalos que le hiciste
porque ellos sí han conseguido quedarse a vivir junto a su cama.

 ...ahora
que repasas cada uno de los besos que te escribió
y cada uno de los versos que te dio,
mientras te preguntas
por qué nunca
pudo hacerlo
justo
al revés.

 ...ahora
que Madrid te parece más grande que antes
pero la idea de cruzarte cualquier día con ella
te ha vuelto a hacer temblar.

 ...ahora
que te has acostado y despertado junto a todo su ser
mientras su cuerpo estaba en el otro extremo de la ciudad,
demasiado al norte de tus suspiros
como para que vuelvas a tropezarte,
como para que vuelva a equivocarse,
como para que VUELVA
y,
ya sabes...
todo vuelva.

 ¿Qué va a decir tu ilusión cuando se entere?
¿Cómo se explica esto en su idioma?

 ¿Otra vez te has buscado tanto...
tanto...
tanto...
que has acabado encontrándola a ella antes que a ti mismo?

 ¿Por qué no dejas de inventarte remedios
y les cuentas a todos de una vez
que desde que se fue
ya siempre te cubres cuando llueve?
Que has vuelto a soñar con ella
y que esta vez estaba tan cerca que...
que casi podías...

 ¿Adónde se irán los deseos que nunca acertaron,
los deseos idiotas,
los que jamás supieron cumplirse?

 ¿Y tú?

   ¿Adónde

      irás

        ahora?

Diego G. B.