o quédate aquí.
Vas a tener que amarme
o darle al OFF.
Hazme que te hable un rato,
¿cuánto tiempo llevo callado?
Repetí tanto tu nombre que algo crujió,
y si algo tiene sentido es ir tras de ti.
Al bordear el precipicio
que gustas probar,
apretaré tus manos frías,
no dejaré que te lleve con él.
Nada de lo que ofrece el viento
podrá mantenerte en pie.
Tu nombre pierde el sentido
cien veces después.
(Jaír Ramírez)